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Sentirse culpable después de un error es algo bueno, significa que tienes empatía. A veces nuestra culpa es autoimpuesta e inútil, como después de que te relajas y después no sentir lo suficientemente productivo. Otras veces, la culpa es un poderoso motivador para hacerlo mejor en el futuro, como no hacer tiempo para los seres queridos. tan pronto como tengas debidamente justificado Lo que sea que esté causando ese desagradable agujero en tu estómago, es hora de trascender la culpa y usarla como una herramienta. Aquí le mostramos cómo convertir su culpa en planes de cambio productivo.
Canalizar la culpa en un cambio para mejor
Así como el estrés a menudo puede ser un poderoso motivador para hacer algoLa culpa es una emoción poderosa cuando se trata de hacer que el cambio suceda. Puedes disculparte de la forma más sincera posible, pero no significa nada si no cambias tu curso de acción.
en lugar de disculparse o acurrucarse en una bola de vergüenza, adherirse a un plan de acción. Por ejemplo, si la fuente de tu culpa es que siempre cancelas los planes de las personas, haz un plan para mantener tus compromisos en el futuro. Eso significa evitar comprometerse demasiado en primer lugar y solo hacer citas a las que sabe que puede asistir.
Darse cuenta de lo que está dentro y fuera de su control
Usar la culpa como motivador también se aplica a temas más abstractos y complicados. Tome la culpa del privilegio blanco, por ejemplo. Por un lado, primeros sentimientos vergüenza de tu identidad son útiles para reconocer el hecho de que usted es un privilegiado; Por otro lado, revolcarse en el odio hacia uno mismo por algo que no puede controlar no es útil. Vuelva aquí a las palabras del escritor. gancho de campana: “El privilegio en sí mismo no es algo malo; Lo que importa es lo que hacemos con el privilegio… Debemos compartir nuestros recursos y brindar orientación sobre cómo usar nuestro privilegio de una manera que empodere a quienes carecen de él”.
Aduéñate de las partes de ti mismo que no puedes cambiar, y luego actúa sobre cualquier incomodidad. Esto podría verse como informarse sobre el origen de su privilegio, donar a causas acreditadas que ayudan a grupos marginados y denunciar el racismo entre amigos, familiares o compañeros de trabajo.
llévate eso
El lado positivo de la culpa es que arroja luz sobre cosas de nosotros mismos que sabemos que entran en conflicto con nuestros valores. A veces, la culpa es mentirosa; por ejemplo, no se avergüence de establecer un límite necesario. Sin embargo, con demasiada frecuencia, la culpa es el resultado de un error genuino y una señal de que algo debe cambiar en el futuro.
La culpa puede consumir todo, pero si reconoces de dónde viene, puedes usarla para crecer y cambiar. La clave es tomar tus emociones negativas y canalizarlas en acciones que puedas controlar. Y si tiendes a sentirte siempre culpable por cosas que no puedes controlar, entonces podrías considerar explorar esos sentimientos con el ayuda de un profesional.